martes, 24 de octubre de 2017

ALVARO ARZU Y LA MUERTE DE GERARDI Y LIMA

Se destapo un caso paradigmatico en la política criolla de Guatemala,
Nadie se imaginaba que lo que realmente ocurrio en la escena del crimen del Obispo Gerardi fuera orquestado para encubrir al hijo del ex presidente de Guatemala Alvaro Arzu, todo el caso se llevabo siempre con la mas temible oscuridad de la oligarquia criolla, encubrir uno de los suyos fue mucho mas importante que acusar a Indigeste, Militares, sacerdotes y hasta el perro Balu, para desviar la atención de quien verdaderamente fue el Culpable Material.
Algunos Comentaban que el verdadero culpable era el hijo de un Criollo llamado en el bajo mundo como Bety, un homosexual drogadicto empedernido, su nombre real era Diego Arzu uno de los hijos del ex presidente, que se dedicaba a robar imagenes religiosas, joyas y hasta extorsionar a las altas autoridades Religiosas.
Se descubre esta gran trama de encubrimiento de un crimen, despues de la muerte de su principal complice, el Capitan Byron Lima Oliva, asesinado en la carcel por una disputa de territorio entre dos bandos delincuenciales, siempre dijo que el tenia información muy importante que haria caer altas autoridades y personas Oligarcas Criolllas, disfruto de privilegios durante mucho tiempo en los penales, siempre protegido por el que lo habia hecho caer en una trampa.

  1. ALVARO ARZU IRIGOYEN
  2. PRESIDENTE 1996 - 2000
  3. YO FIRME LA PAZ, PERO PUEDO COMENZAR LA GUERRA.
  4. LA VERDADERA HISTORIA SALE A LUZ


Rigoberta Menchú premio Nóbel de la Paz acusó directamente al Ejército de Guatemala, y el gobierno de Francia advirtió a las autoridades  guatemaltecas que congelaría más de mil millones de dólares destinados  para la consolidación de los acuerdos de paz sino se esclarecía el asesinato. A criterio del entonces Alcalde capitalino, Oscar Berger Perdomo, "los asesinos deberían pagar con pena máxima sin importar el sector de donde vengan".

El 28 de abril de 1998, Álvaro Arzú se reunió con los miembros de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), para informar que había nombrado una Comisión de Alto Nivel y pidió a los obispos que se integraran a ella. Los obispos se niegan. La comisión quedó integrada por: el Ministro de Gobernación Rodolfo Mendoza, el canciller Eduardo Stein, Marta Altoaguirre de COPREDEH, y Emilio Saca, secretario privado de la presidencia. Sectores políticos reaccionaron con dudas sobre el trabajo de la comisión. La embajada de Estados Unidos de América ofreció apoyo con agentes del FBI.

Cabe destacar que los Acuerdos de Paz entre Ejercito y URNG fueron firmados en el gobierno de Álvaro Arzú el 26 de diciembre de 1996. Arzú siempre celebra el aniversario de la firma de la paz como un logro suyo. En cambio nunca ha conmemorado el aniversario del martirio de Mons. Gerardi. 

El 29 de abril de 1998, el sacerdote Erwin García, secretario del arzobispado informó que el Arzobispo de Guatemala, Prospero Penados del Barrios  recibió llamadas telefónicas con amenazas de muerte. Después del sepelio de Gerardi, una llamada con voces de hombres no identificados, advertían que el próximo sería Prospero Penados del Barrio. Las amenazas contra el arzobispo se dieron a 72 horas del asesinato de Mons Gerardi, a 72 horas de vencido el plazo que la iglesia había exigido al gobierno para esclarecer el crimen. Ante la conmoción de activistas de Derechos Humanos, Jafeth Cabrera, Rector de la Universidad de San Carlos exigió al gobierno seguridad para el arzobispo. Después de la muerte de Gerardi, fue nombrado Coordinador de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, Monseñor Mario Ríos Montt (hermano del general Efraín Ríos Montt).

  El Coronel Otto Noack, antiguo portavoz del Ejército, declaró a Radio Netherlands que, en el combate contra la guerrilla, el Ejército "había sobre reaccionado" y, como consecuencia, había cometido "excesos" no justificables contra la población, que deberían ser reconocidos. Noack fue inmediatamente puesto bajo arresto de 30 días por haber transgredido la disciplina castrense, que no permite opinar sobre el Ejército a oficiales en activo que no sean el Ministro de Defensa o el Encargado de Relaciones Públicas del Ejército.


¿El testigo clave?

El 28 de abril de 1998, indigentes que pernoctan en los alrededores del parque San Sebastián expresaron su temor pues la noche del lunes 27 de abril desconocidos a bordo de un pick up hicieron disparos al aire. También indicaron que la noche del crimen un Mercedes Benz blanco, daba vueltas por el sector con varios individuos a bordo. Un taxista que recorría las calles cercanas a San Sebastián la noche del crimen también  vio un auto blanco. La Misión de Naciones Unidas para Guatemala (MINUGUA) intervino en el caso para darle protección al presunto testigo clave conocido con el nombre de Walter Rubén o "El Chamuco" quien dijo que había reconocido al asesino del obispo. El testigo clave dormía frente al portón del garage donde Mons. Gerardi guardaba su automóvil y se dedicaba a lavar carros. 

El testigo narró a fiscales del Ministerio Público que le preguntó a un sujeto que no portaba camisa, por qué la puerta estaba abierta a esa hora de la noche, el hombre le contestó que la cerraría, y luego se marchó, pero regreso diez minutos después a la escena del crimen y luego se marchó en un automóvil rojo.  Al principio parecía que el malechor se hizo pasar por indigente, y del testigo clave se supone que era un informante encubierto del EMP que posteriormente se conocería como Rubén Chanax Sontay.


La foto robot del presunto asesino

Aunque aun no había sido ubicado, los investigadores del caso dijeron a los periodistas que "el sujeto de la fotografía robot había sido plenamente identificado".
Aunque el móvil del hecho no fue el robo quiso dársele apariencia de delincuencia común y no un crimen político, el 30 abril de 1998 con refuerzo de cuatro agentes del FBI es capturado en un mercado popular de  la capital el primer sospechoso, Carlos Enrique Vielman, de 24 años. 

El Ministro de Gobernación, Rodolfo Mendoza, describe a Vielman como un hombre de 1,55 metros de estatura, sin oficio fijo, alcohólico y con  antecedentes criminales por violación."Realiza distintos trabajos para sobrevivir; ha trabajado en zapatería y hoy estaba en un puesto del mercado", afirmó el ministro, portavoz de la Comisión de Alto Nivel integrada por orden del presidente Alvaro Arzú para esclarecer el caso. Mendoza dijo que el detenido guarda "bastantes elementos de similitud" con la foto robot elaborada gracias a la descripción hecha por dos testigos, principalmente en la nariz, la boca y el pelo. 
 
Mientras Vielman estuvo en prisión, su abogado defensor, Mario Menchú, solicitó su libertad, pero también se dedicó a declarar a los medios una y otra vez que el caso Gerardi era un "crimen pasional", insinuando que el sacerdote Mario Orantes es homosexual y estaba implicado en el asesinato. Inicialmente se insinuó una relación entre el obispo y el sacerdote, pero después de practicarse al cadáver un examen de "flacidez anal", se excluyó toda evidencia de relación sexual o violación. Entonces surgió la versión de que la noche del 26 de abril, Gerardi encontró al sacerdote Mario Orantes en situación  comprometida con otra persona, y en un paroxismo de cólera Orantes lo asesinó. 

Según Edgar Gutiérrez, esta hipótesis corría ya en Catedral a los nueve días del asesinato. Un artículo en la revista New Yorker afirma que la Inteligencia Militar presentó esta versión al gabinete político de Arzú en los días siguientes al asesinato.  Varios periódicos afirmaron que el Viceministro de Gobernación Gándara la propagó en ambientes diplomáticos, aunque el Viceministro lo desmintió. El abogado defensor de Vielman, Mario Menchú, afirmó en junio que el crimen había tenido móviles pasionales y el abogado Linares Beltranena lo apoyó en su columna de opinión. Esta hipótesis nunca se demostró,  la ODHAG la rechazó y el gobierno la desechó.

La foto robot fue elaborada por la Secretaría de Investigaciones Criminológicas (SIC) en base a descripciones de un indigente que vio salir  al presunto asesino, el sospechoso tenía cara redonda, ojos grandes, y aproximadamente entre 1.70 y 1.75 metros de estatura, vestía pantalón de lona azul, iba sin camisa y salió por la puerta principal. Varias veces, en mayo y junio, fuentes del Ministerio Público anunciaron que  llamarían a declarar ante el juez encargado del caso, al sacerdote Mario Orantes.  

La captura del Sacerdote Mario Orantes

El 22 de julio de 1998 la investigación del asesinato y el contexto coyuntural sufrieron un giro sorpresivo y escandaloso. Son apresados con lujo de fuerza y publicidad el padre Mario Orantes, su perro Balú, y Margarita López, cocinera de la casa parroquial donde vivía Gerardi.
El fiscal especial Otto Ardón avalado por orden judicial, con refuerzo de aproximadamente 60 elementos de las fuerzas antimotines de la Policía Nacional Civil rodearon las tres cuadras de la Parroquia de San Sebastián para allanar la habitación del padre Mario Orantes y capturar al perro pastor llamado Balú.  
El mismo Orantes no se encontraba en la casa y cuando regresó tuvo que abrirse paso con dificultad a través del cordón policial. Una vez dentro, fue arrestado bajo sospecha de asesinato. Fue esposado y conducido a prisión en un operativo propio para la captura de un criminal con historial peligroso, frente a las cámaras de la televisión y reporteros de radio y prensa. 

El 27 julio de 1999, mismo día que es liberado Carlos Vielman, el juez Isaías Figueroa ordena la prisión sin fianza  y el procesamiento de Mario Orantes por asesinato, en la habitación del padre Orantes encontraron un arma, perfumes caros, joyas de considerable valor, material pornográfico, etc. El 6 agosto de 1998, Orantes es trasladado a un hospital por quebrantos de salud. Esto sucederá repetidas veces hasta febrero de 1999.

Margarita López
  
La cocinera de la casa parroquial de San Sebastián, fue acusada de complicidad y el juez Isaías Figueroa le ordena prisión conmutable el 27 de julio de 1998, pero al día siguiente es puesta en libertad condicional. Posteriormente se descubre que antes que Mario Orantes avisara a las autoridades y parientes, fue a ella a quien primero le comunicó la muerte del obispo, esa noche ella lo vio bañado y cambiado y no lo reportó a los investigadores, y a petición de Orantes, en la madrugada lavó la sangre de la escena del crimen, sin percatarse que estaba borrando la evidencia para capturar a los culpables.

 El perro Balú
 
Balú era un perro pastor alemán, y la explicación de su misteriosa muerte fue que ya tenía 11 años, porque un canino a esa edad ya es un anciano. Al momento de su captura cuando bajó las gradas y fue transportado en el vehículo de la policía,  en las imágenes de la televisión fue evidente observar su dificultad de movimiento en las patas a causa de un daño artrítico en su columna. Los forenses que efectuaron la necropsia del cadáver del obispo, reafirmaron que no encontraron en él ningún indicio de mordedura de perro ni en sus ropas huellas de garras o pelos de animal, sino sólo cabellos humanos. 
Supuestamente el perro Balú obedecía al sacerdote un código especial de ataque. Los familiares de Monseñor Gerardi, sin embargo, afirmaron que Balú nunca habría atacado a Gerardi, de quien era amigo y a quien conocía desde hacía siete años. Ellos apoyaron al principio la inocencia del padre Orantes y constantemente lo visitaron en la cárcel en su primer año de prisión. Así, el perro que posteriormente muere supuestamente de vejez, parece ser un eslabón o montaje para acusar y condenar al sacerdote. Por su parte el forense español, José Manuel Reverte Coma expone en su teoría que el perro había mordido al obispo.

 Los militares Lima 

El 13 julio de 1998, en Madrid, España, Ronalth Ochaeta afirma que dos militares: Byron Lima Oliva  (oficial de alta en el Estado Mayor Presidencial) y su padre, Byron Lima Estrada, son los autores intelectuales del crimen.
El 30 de enero de 1999 asume el caso el juez Henry Monroy,  mismo que ordenó procesar a tres militares acusados por Hellen Mack de ser los autores intelectuales del asesinato de su hermana Myrna Mack. El 17 febrero de 1999 el juez Henry Monroy clausura provisionalmente el proceso abierto contra el padre Orantes y le otorga libertad. 


El mismo día toma declaración a un testigo, Diego Méndez Perussina -sobrino del ex ministro de la Defensa, Roberto Perussina- quien anotó el número de placa de un vehículo estacionado en las cercanías del lugar del crimen esa noche. La placa es de un vehículo del Ministerio de la Defensa que perteneció a un vehículo de la base militar de Chiquimula, donde fue jefe el Coronel Byron Disrael Oliva Estrada. El testigo -bajo protección de MINUGUA y de la ODHA- abandonó el país.
En los primeros días de agosto, el fiscal pidió al Ministro de Defensa  investigar al Coronel retirado Byron Lima Estrada y a su hijo el capitán Byron Lima Oliva. También informó que el carro blanco visto en las cercanías de San Sebastián la noche del crimen era un Mercedes Benz con placa de la base militar de Chiquimula y afirmó que el Ministro de Defensa investigaría y comunicaría al fiscal los resultados y que "el ejército no protegería de la justicia a ninguno de sus miembros que haya delinquido".

Un nuevo testigo: Hugo Enrique Banini compañero de Celda de Byron Lima Oliva, declaró ante el  Tribunal Tercero de Sentencia que el capitán Lima Oliva le tomó confianza y le contó de que el ex presidente Álvaro Arzú, por medio de una persona, mantenía contacto con él vía telefónica, además de procurarle dinero para sus gastos. Agregó que el Mayor del Ejército Francisco Escobar Blas y el Coronel Rudy Pozuelos le apoyaban para que tuviera influencia dentro del Preventivo. Otro militar señalado fue Roy Dedet Catsprowits, como el encargado de manejar toda una estrategia de protección para Lima. También aseguró que Lima Oliva le dio instrucciones al sacerdote Mario Orantes para que le diera muerte al obispo de un balazo. 
En tanto, Lima Oliva calificó de payasada lo dicho por el testigo, y señaló que éste recibió consejos del Ministerio Público y de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado. 

En abril del 2012 el coronel retirado Juan Francisco Escobar Blas, presentó una querella contra 15 personas señaladas de obstrucción de la justicia, por la muerte de Mons. Gerardi, entre ellos se encuentra Mynor Melgar, secretario general del Ministerio Público, y Nery Rodenas, jefe de prensa de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala y candidato a Procurador de los Derechos Humanos (cuya única tacha es esta querella).

Lea el artículo escrito por Byron Lima:

Obdulio Villanueva
 
El especialista del EMP y ex guardaespaldas del Presidente Álvaro Arzú estaba condenado a cinco años de prisión por asesinar al lechero Pedro Haroldo Sas Rompich. En un confuso incidente el vehículo de Sas Rompich se encontró con la comitiva presidencial en Antigua Guatemala, y Obdulio creyendo que se trataba de un atentado contra el presidente lo acribilló a balazos el 4 de febrero de 1996. Arzú no dejó impune el hecho y puso a disposición de la justicia a su guardaespaldas. Dos días después del asesinato de Gerardi, el Tribunal de Sentencia de Sacatepéquez anunciaba que podría recuperar su libertad bajo una fianza de Q8,215, la nueva resolución a su favor provocó la reacción de la ODHAG, calificando de deplorable el fallo. Según el testimonio de un compañero del reo, Obdulio salió de la cárcel el día del crimen del Gerardi y luego regresó por la mañana. 
Se especula que en prisión posiblemente alguien lo contrató  y él haya aceptado para desprestigiar al gobierno que le dio la espalda. En un motín de reos de la Cárcel Pavocinto de la zona 18 de la ciudad de Guatemala, fue decapitado, perdiéndose así la pista de sus contratantes.